VIVIR LA PARADOJA. Eso es lo que en esencia ha sido la trayectoria de doce años de Y No Había Luz, colectivo que si algo ha sabido hacer con maestría, pasión, valor y rigor intelectual ha sido precisamente alumbrar a través de su arte la realidad contemporánea puertorriqueña e invitar a la reflexión.
Tres meses después de la reposición en su propia sede de su célebre “América” -en la antesala de un viaje a Chicago- ayer una nueva conversación con Julio César Morales y las hermanas Yari y Nami Helfeld -tres de los integrantes de Y No Había Luz (YNHL), esta vez en la Galería de Arte de la Universidad del Sagrado Corazón, donde mañana jueves -a las 7 p.m.- esta compañía inaugura “Circo de la Ausencia”, una alucinante exposición de teatrinos, títeres, marionetas, máscaras y construcciones que perfilan desde la metáfora los dramáticos contornos de esta isla que se nos desmorona entre la impotencia y la rabia, entre la indignación y la resiliencia, entre la decepción y la esperanza.
Fue precisamente a partir de un proyecto concebido para Chicago que no llegó a despegar donde Julio César encontró la imagen que desencadenó la idea de esta exposición que sube el telón de la agenda de la Galería de la USC para el nuevo año académico.
Invitados a la llamada “Ciudad de los Vientos” por el Centro Segundo Ruiz Belvis para ofrecer una seria de talleres a la vasta comunidad puertorriqueña de Chicago, los miembros de Y No Había Luz pasaron cerca de un mes viviendo lo que Julio César describe como una “experiencia brutal”.
-Fue una vivencia bien intensa para todos nosotros -dice Julio César en medio del montaje de “Circo de la Ausencia”-. No paramos de trabajar desde que nos bajamos del avión. Todo este tiempo nos dio una visión muy clara de la necesidad que tienen los puertorriqueños que viven allá de que los visiten artistas de la Isla. Asimismo, nos dimos cuenta de que eso de allí es otro Puerto Rico, con otra manera de vivir lo que es ser puertorriqueño como parte de una ciudad en Estados Unidos. Fue como vivir en Puerto Rico, pero convertido en estado y esto representó una impresión muy fuerte. Los puertorriqueños de allá nos ven a los de acá de otra manera, mezclan los idiomas y aun entre ellos hablan en inglés, a pesar de saber español. En los centros de trabajo y en las calles los puertorriqueños hablan en inglés incluso entre ellos y dejan el español solo para la casa… a veces.
La impresión de esta experiencia fue de tal magnitud, que determinó la manera como los integrantes de YNHL la vivieron y la reflexionaron a su retorno.
-No puedo decir que lo que vimos por allá durante este viaje indique o no que la estadidad sea algo viable. Lo que sí palpamos fue el deseo de los puertorriqueños de mantener lo que son y fortalecer lo que da sentido a la cultura nuestra -dice Yari-. Lo que mantiene unida a esa comunidad que nos recibió fue el objetivo de seguir buscando sus raíces y luchar para mantener sus derechos. Es tan impresionante eso que luego de un tiempo entre nosotros comenzamos a decir que estábamos en el “municipio puertorriqueño de Chicago”, como decir “de Orocovis” o “de Lares”. Como esos puertorriqueños no están físicamente en la Isla, todo su entorno es mucho más enfáticamente boricua que aquí.
Como parte de este viaje, YNHL contemplaba trabajar el tema de la migración con varios jóvenes que tienen un grupo de teatro. Al final esto no llego a su culminación, pero sí sobrevivió la idea que habría de dar nacimiento a la obra que a su vez se convirtió en la génesis de “Circo de la Ausencia”: dos teatrinos enfrentados y unidos por una soga sobre la que un viajero hace equilibrio.
-Esta es la semilla de esta exposición que parte también de la invitación que nos hiciese Adlín Ríos Rigau para que nos apropiáramos del espacio de esta galería -dice Julio César-. Cuando estábamos trabajando con esa comunidad el tema de la migración nos dimos cuenta de la fragilidad con la que esos jóvenes se acercaban a esa idea. No saben muy bien dónde están parados, si van o vienen, si se caen al vacío o no… y de ahí, de esta incertidumbre, es que surge esta pieza, del equilibrista sobre lo que casi es un cordón umbilical. Todas las piezas juegan, dentro de la seriedad de sus temas, con el color y las formas del mundo de circo. Son iconografías que tratan de evidenciar la realidad que estamos viviendo los puertorriqueños.
Estimulados por la posibilidad de que cada espectador cree su propio teatro a partir de su experiencia con cada teatrino, los integrantes de YNHL construyeron todas las piezas que dan sustancia a esta exposición.
-Estamos viviendo unos días muy trascendentales por la crisis -dice Nami Helfeld-. Mucho de lo que está ocurriendo lo podemos ver reflejado en las diversas obras de este circo. Es un momento terrible de cambios y las manifestaciones de esas transformaciones están plasmadas aquí, como por ejemplo en esa obra, que muestra una estructura clausurada, como todas las que hay en Puerto Rico, edificios abandonados, en contraste con agrupaciones como la nuestra, con una necesidad vital de tener un hogar propio.
-El arte tiene el poder de crear conciencia, de promover el cambio -reflexiona Julio César-. Estos son los temas que son relevantes para el país y los que nos interesan. Tratarlo desde el concepto del circo nos sirve para llegar no solo a los adultos, sino también para que los niños presten atención a esta realidad tan dura y difícil.
Además de Julio César y las hermanas Helfeld, en esta exposición participan los otros cuatro miembros de Y No Había Luz: Yuseff Soto, Pedro Iván Bonilla, Francisco Iglesias y Carlos José “Gandul” Torres, con la colaboración de Vladimir Alvira, Alfonso Nieves, Aníbal Vidal y Esteban Ruiz, quienes crearán una ambientación circense para la actividad de apertura mañana jueves. Todos ellos saben la dimensión de mi afecto, de mi respeto y de mi admiración.
Las obras de esta exposición estarán a la venta, pero deberán permanecer en la galería hasta el fin de la muestra.
“Circo de la Ausencia” contará con una actividad abierta al público general el sábado, 26 de agosto desde las 2:00 p.m a cargo de varios de los integrantes de YNHL. La exposición culmina -el jueves 12 de octubre- con otra actividad especial abierta para todo el público. Este proyecto es apoyado en parte por el National Endowment for the Arts.
La Galería está localizada en el patio interior del Edificio Barat Sur de la USC en Santurce, Ave. Ponce de León, Parada 26 y media. La entrada es libre de costo. Para más información puede acceder al portal www.sagrado.edu/galeria, visitar la página de Facebook/ Galería de Arte USC o llamar al 787-728-1515 ext. 2561. El horario de visita es de martes a viernes de 9:30 a.m. a 5:30 p.m. y los sábados de 9:30 a.m. a 4:30 p.m.