Por Eileen Rivera Esquilín /
TENÍA QUE LEER el periódico todos los días, específicamente El Imparcial. Su abuelo la obligaba, porque con ello -le decía- “sería una mujer inteligente y buena lectora”. Así la niña Linda Hernández comenzó a tener una gran pasión por el periodismo y las comunicaciones. De hecho, recuerda que a temprana edad ya aseguraba que “quería ser periodista”.
También recuerda que cuando era niña los políticos se distinguían por ser buenos oradores. Quizá por eso dijo en una época que “quería ser política”, pero es idea le duró poco. Luego consideró ser periodista/cronista deportiva, no porque le gustaran los deportes, sino porque no había mujeres ejerciéndolo.
“Eso hubiera sido bien difícil porque no sé nada de deportes, pero como siempre quería hacer cosas diferentes, pensé en ser cronista deportiva… no había mujeres haciéndolo. De adolescente me empezó a interesar mucho el periodismo y admiraba el trabajo de Wilda Rodríguez, destacada en ese entonces en la cobertura de Fortaleza. Cuando iba para Comunicaciones también me comenzó el interés por las Humanidades y ser bibliotecaria”, cuenta Linda, mientras se mece en un sillón de la Fundación Luis Muñoz Marín, en Trujillo Alto, entidad que dirige hace poco más de cuatro años.
Al terminar su maestría quiso hacer su trabajo final sobre cómo se archivaba en los noticiarios del país. Sin saberlo, estaba regresando a su pasión inicial. Y llegó al Canal 4 para trabajar en ese proyecto, y se quedó allí trabajando en el archivo.
“Al llegar CNN, ellos emitían ese noticiario pero había que esperar a que llegara el ‘tape’ por avión al día siguiente para yo traducirlo y que fuera al aire. Luego, era más inmediato cuando se recibía por satélite en Miramar y se traducía esa misma tarde para llevarlo al aire. Pero todo cambió cuando comenzó la huelga en WAPA. Sylvia Gómez se fue a Telemundo, me recomendó y trabajé allí durante seis años”, dice.
Y le llegó entonces una oportunidad que no podía dejar pasar. La llamaron para dirigir el departamento de Noticias del Canal 11, empezando desde cero, contratando a todo el personal y armando lo que ella describe como “un grupo de gente talentosa, un equipo de amigos”.
“Nosotros fuimos, somos y seremos siempre una familia. Era un proyecto tan importante que los anclas fueron a academias en Estados Unidos para prepararse. Era el sueño de cualquier director de Noticias, porque todo fue analizado, pensado… ahí estuve 17 años. La realidad es que he sido una persona totalmente bendecida, hay poca gente con las oportunidades que yo he tenido”, agrega Linda.
“No me falta nada por hacer, he tenido una vida plena a nivel personal y profesional. ¿Quién puede haber tenido tantas experiencias como las mías?"
Linda Hernández
En esa “familia” estaba Ramón Enrique Torres, Ivonne Solla, Javier Elías, Margarita Aponte, Jennifer Wolf, Yolanda Vélez Arcelay, Norma Borges, Elwood Cruz, Myraida Chaves y Daisy Sánchez, entre otros. Eran cerca de 100 personas, entre redactores, editores, periodistas y camarógrafos. De hecho, hay varios de ese equipo que están ahora laborando en la cadena Univisión y en varias ciudades con Telemundo.
Ahora, Linda agradece a su abuelo todos esos periódicos que tuvo que leer siendo una niña. “En mi casa no había una biblioteca ni mucho menos. Las primeras lecturas que llegaron a mis manos fueron las novelas de Corín Tellado que leía mi mamá y las de vaqueros de Santander que leía mi papá. Aquello llegaba a mis manos y yo me lo devoraba. Ya como directora de Noticias eso me ayudó mucho porque recordaba esas noticias y portadas, que luego podían dar pie para nuestras investigaciones. Eso siempre lo tengo como un archivo histórico en mi cabeza”, recuerda con nostalgia.
Su reto más grande como jefa de Noticias fue tratar de mantener y defender una prensa honesta, libre, vertical. Destaca que su grupo de periodistas “no le tenía miedo a nada”. Dice eran bien comprometidos con la noticia.
“El legado que se llevaron fue el respeto a la otra gente, yo siempre fui pro empleado. Ellos me enseñaron a mi la paciencia…”, bromea. “Me enseñaron la discusión inteligente. A mí me gusta trabajar con gente inteligente y ellos me retaron todo el tiempo. Ninguno se conformaba con lo mínimo, daban el máximo, eran los más premiados… Ahora veo programas de noticias y veo lo adelantados que estábamos para nuestra época. Esos siguen siendo ‘mis pollitos’ y gracias a las redes seguimos en comunicación”, reitera.
En esa línea, asegura que en los espacios de noticias actuales hace falta más investigación. “Creo que quien único está haciendo algo es Jay Fonseca y hace falta más de eso, sí se pueden hacer cosas, aunque sea una vez a la semana. Nosotros los hacíamos con Las Noticias Extra y lo tuvimos que quitar por que era muy costoso. Siempre que puedo y veo algo bueno de parte los compañeros les escribo y les dejo saber. Si no me gusta también se los digo, pero si hay algo bueno los felicito”, señala.
Sus próximos pasos en los medios la llevaron a dirigir el Canal 6, luego El Nuevo Día Orlando, la cadena de televisión HTN en Nueva York -con quienes sigue ligada a través de su junta de directores-, y de vuelta a San Juan, llegó a Primera Hora con GFR Media.
Ahora, está al frente de la Fundación Luis Muñoz Marín, lo que describe como “otra gran bendición”. De hecho, siempre había dicho que luego de estas experiencias en los medios de comunicación quería que su próximo escalón fuera en una fundación, y le llegó el proyecto.
“Yo estaba clara y parece que se lo pedí tanto al Universo que me llegó. El reto ha sido extraordinario. Aquí me encontré con un archivo de más de dos millones de documentos de toda la historia del país del siglo pasado. Eso lo estamos digitalizando para que sea público. Se fueron uniendo las carreras y las experiencias para llegar aquí”, explica.
El reto allí ha sido crear en la gente la necesidad de apoyar las cosas que son verdaderamente importantes. Apunta que si don Luis Muñoz Marín fue tan cuidadoso en guardar todos esos documentos, que es una ventaja para los historiadores, eso hay que preservarlo. “Eso es lo más importante de esta fundación”.
“Aquí me falta lograr que seamos autosustentables, que tengamos más fondos. Este lugar es maravilloso, tenemos 14 cuerdas con árboles de toda la Isla en un mismo lugar. Aquí vienen científicos a hacer sus estudios y hacemos excursiones para estudiantes de tres horas con una experiencia educativa y sensorial de la naturaleza con nuestros intérpretes ambientales. Y lo próximo serán unas visitas guiadas nocturnas para conocer el coquí”, dice Linda, no sin antes adelantar que los días 29 y 30 de abril se llevará a cabo el Mercado Agrícola Vida -que era como doña Inés le decía a Muñoz- en donde habrá actividades para los niños, agricultores, música, yoga y masajes, entre otros eventos.
¿Qué es lo próximo?
“No me falta nada por hacer, he tenido una vida plena a nivel personal y profesional. ¿Quién puede haber tenido tantas experiencias como las mías? Desde el ‘copy-paste’ manual, hasta el día de hoy como ha evolucionado la tecnología. Esta misma entrevista es un ejemplo. Tú me estás entrevistando y grabando con una cámara liviana, cuando antes nosotros lo hacíamos con cámaras que pesaban como 40 libras y unas baterías que pesaban 10 más. Para el juicio de Lydia Echevarría, nosotros cargábamos el plato para llevarlo al techo y que se comunicara con la antena…”, se ríe. “Y mira ahora cómo funciona todo. Pero no me falta nada, bueno, si no me hubiese dedicado a las comunicaciones hubiese sido cantante, solo que desentono hasta hablando”, bromea para finalizar.