Como respuesta a esa necesidad del encuentro, a esa urgencia de encontrarnos con otros, de mirarnos a los ojos y descubrirnos a nosotros mismos en esas miradas, la actividad 20 poetas en la 20 / poesía pal barrio tendrá su segunda edición este jueves -a partir de las 8 de la noche- en “La Veinte”, o en “Los Pinchos de Marlin”, o en el liquor store “La Grilla”, nombres todos que nombran el mismo lugar de la Parada 20 de la Avenida Fernández Juncos, en Santurce.
“Cada cual llama el espacio según la experiencia que ha tenido ahí”, dice el escritor Luis Negrón, organizador de este proyecto que comenzó a gestarse a raíz del asesinato del hijo de los dueños de este popular lugar de la geografía santurcina. “Esa barra es un lugar referencial en Santurce. Ahí yo he despedido el año y celebrado algunos de mis días felices. Ahí lo mismo se va a hablar que a ver un juego de pelota y a tomar una cerveza. Es un lugar que se parece a muchos de quienes vivimos en Santurce”.
Según explica Luis, hace ya más de un año en la esquina de La Veinte “le mataron el hijo a los dueños”, que así se dice cuando se asume que “algo hizo” el muerto para terminar de esa manera. Y lo que hizo el joven -llamado Johan- para acabar asesinado fue haber sido testigo de un accidente automovilístico ocurrido de madrugada frente al negocio de la familia. El que provocó el incidente intentó marcharse del lugar sin esperar a la policía y Johan intento detenerlo. El individuo le dijo a Johan que ese no era su problema y las últimas palabras que el joven escuchó antes del estruendo del disparo que lo mató fueron: “dominicano sucio”.
Como secuela de este incidente, la clientela de La Grilla bajó considerablemente y el negocio comenzó a colapsar, a consumirse lentamente. “Los dueños son de ese tipo de personas muy queridas en el barrio”, dice Luis. “Y de pronto pierden, no solo al hijo, sino también la clientela que les ayudaba a sobrevivir. Hasta antes de eso el lugar siempre estaba lleno y de un día para otro la vida les cambió. De estas familias de inmigrantes dependen varias más y para ésta fue devastador”.
Aunque no se crió en Santurce, Luis adoptó el barrio y el barrio lo adoptó a él. “Las personas gay no tenemos un hogar… el hogar es el que descubrimos cuando podemos salir del hogar”, asevera. “Santurce es así, es el refugio de mucha gente. Aquí las poblaciones cambian constantemente. Santurce es el lugar donde el migrante, el marginal, el gay y todo el que no encuentra un espacio en la sociedad, suele encontrarlo. Aquí se aprende a vivir… en Santurce hay de todo, es como un microcosmos y en La Veinte el marginado es el otro, no nosotros, porque ahí no nos sentimos fuera de lugar, todos somos como somos”.
Luis recuerda que, luego de la muerte de Johan, fue a La Veinte y se sentó en una silla, en la acera, a las 5 de la tarde, para acompañar solidariamente a la familia. “Mucha gente le cogió miedo a ir a esa barra y yo hice lo único que podía hacer: estar ahí y echar mi brazo alrededor de los hombros de los miembros de esa familia", señala. "Ahí había celebrado cuando me dieron el premio Lambda por Mundo Cruel y entonces se me ocurrió, hablando con Marianne Ramírez, la directora del Museo de Arte Contemporáneo, que se podía hacer ahí, en La Veinte, una lectura de poesía. El mismo nombre con el que yo identifico el negocio me dio pie para nombrar la actividad: veinte poetas en la veinte”.
“Y pensé en poesía -agrega Luis- porque es lo que más fácil le llega a la gente, incluso a la que no sabe mucho de literatura. Cuando me di a la tarea de escoger a los poetas la pasé difícil, porque hay muchos poetas muy buenos en Puerto Rico. Con mi selección quise hacer un abanico de las diversas propuestas que hay en la poesía que se está haciendo en nuestro país, independientemente de mi gusto. Se trata de un espacio público en el que la gente lee, micrófono en mano, y ese fue otro de mis criterios: tengo amigos y amigas que son excelentes poetas, pero a quienes no se les da bien la lectura en público. Yo mismo soy pésimo leyendo ante otros porque nunca sueno como debe ser”.
Aquella primera edición de 20 poetas en la 20 fue todo un éxito y, aunque llovió torrencialmente, se dieron cita alrededor de unas 300 personas. “Fue una gran experiencia, todo fluyó muy bien y la lectura en sí no tomó más de 45 minutos, con dos segmentos con diez poetas cada uno y un poema por autor”’, apunta Luis. “Fue una gratísima sorpresa para la familia de Johan y sus vecinos, que nunca se imaginaron que personas del llamado mundo ‘literario’, como lo son los poetas, iban a estar ahí con ellos, solidarios, con un gesto tan amoroso. Hacían falta esos veinte poetas -y todo los demás que ahí estuvimos- para silenciar un poco aquellas últimas terribles palabras que escuchó Johan”.
“Y pensamos ‘¿para qué sirve todo esto?’ y descubrimos que echar el brazo a alguien por la espalda sigue siendo un gesto importante”, reflexiona Luis. “Es entonces cuando este tipo de actividades se ven en la perspectiva que realmente tienen y nos reafirman en la certeza de que estos gestos son importantes, tan importantes como, por ejemplo, bajar una bandera. Me ha chocado muchísimo que el gobernador de este país no haya ido a Orlando. Es como si bastara con sacudirnos las cosas y decir que ‘así está el mundo’ o que 'esto se jodió’, pero si algo he aprendido de vivir en Santurce es que los gestos de solidaridad son necesarios”.
Los escritores que participan en 20 poetas en la 20 / poesía pal barrio son: Rafa Acevedo, Wenmimareba Collins Klobah, Kennth Cumba, Cindy Jiménez Vera, Nicole Delgado, Marta Jazmín García, Amanda Hernández, Gegman Lee, Yara Liceaga, Angélica María, Samuel Medina, Alejandro Medina Colón, Pedro Molina, Zaira Pacheco, Alexandra Pagán, Rubén Ramos, Irizelma Robles, Karen Sevilla, Carlos Eduardo Silva y Carlos Vázquez Cruz.
“Esperamos que todos los que creen en la solidaridad y en los gestos que la transmiten nos acompañen este jueves en La Veinte. Solo hace falta que lleguen. No estamos creando un nuevo Santurce, sino celebrado el Santurce que tenemos, el Santurce que hay”, finaliza el autor de Mundo Cruel.